Jon Aizpúrua

Expresidente de CEPA (1993/2000) y actual Asesor de Relaciones Internacionales

Nos hallamos a poco tiempo del XXIV Congreso de la Asociación Espírita Internacional CEPA, que va a celebrarse en San Juan, Puerto Rico, durante los días comprendidos entre el 16 y el 19 de mayo venideros. Sin duda, un gran acontecimiento que engalana al espiritismo de América y de Europa, una auténtica fiesta del espíritu.

Realizar 24 Congresos internacionales de manera regular e ininterrumpida superando toda suerte de dificultades a lo largo de 78 años, desde el primero reunido en Buenos Aires en 1946, es un valor en sí mismo que merece ponerse de relieve. Vendrían después sucesivos eventos, sea Congresos o Conferencias Regionales, que llevarían la voz de CEPA e impulsarían la difusión doctrinaria y la organización del movimiento en numerosos países. Esta hoja de servicios cumplidos muestra a una institución espírita supranacional de gran aliento y vocación idealista. CEPA ha dado y deberá seguir dando ejemplo de constancia y de continuidad en el panorama espírita mundial.

Esperamos muchas cosas buenas del XXIV Congreso. Desde Puerto Rico la Comisión Organizadora se ha esmerado en diseñar un temario sustancioso, ágil, moderno, cuyo desarrollo brindará notables oportunidades para la ampliación de conocimientos, para la reflexión, para el diálogo y para seguir trillando el sendero de la necesaria actualización y contextualización del pensamiento espírita, a partir de las sólidas bases establecidas por Allan Kardec, debidamente colocadas en un marco conceptual flexible que permita su ajuste y adaptación a los avances de las ciencias naturales y sociales, de la tecnología y de los saberes humanísticos.

El lema que identifica al Congreso no puede expresar con mayor elocuencia estas ansias de otorgarle al espiritismo su mayor pertinencia y vigencia en una época que exige el mayor rigor en las ideas que se exponen y a la vez clama por una manifestación de íntima y autentica espiritualidad, que no descansa en dogmas ni en ceremoniales místicos, sino en el cultivo de valores vinculados al innato sentimiento de trascendencia y concientización. Sin ser un evento cerrado, el lema del Congreso apunta hacia cuatro vectores que constituyen columnas esenciales del más depurado humanismo espírita: Arte, Educación, Cultura y Espíritu.

Estamos convencidos de que se expondrán trabajos de singular relevancia para el proceso que adelanta la CEPA desde hace varias décadas orientados a fortalecer un espiritismo abierto, dinámico, laico, librepensador, progresivo y progresista, que, parafraseando a Kardec, pueda mirar cara a cara a la cultura de nuestro tiempo, y asumir que “El espiritismo marchando al ritmo del progreso nunca quedará rezagado, porque si nuevos descubrimientos le demuestran que está equivocado en algo o si se revelase una nueva verdad, él habrá de rectificarse”.

Esperamos también que los numerosos y calificados congresistas que se reunirán en el auditorio del Ilustre Colegio de Abogados de Puerto Rico aprovechen al máximo la excelente ocasión que brinda el evento para examinar objetivamente lo que se ha hecho y lo que se está haciendo en la CEPA, realizar los ajustes que sean recomendables y trazar rumbos para el porvenir a corto y mediano plazo. Como es obvio, se hace necesario definir y perfilar una estrategia para impulsar el crecimiento institucional o la ampliación de sus relaciones, tomando en cuenta que existen muchos individuos, grupos y sociedades espíritas activos en todos nuestros países que se han abierto a una comprensión más racionalista y menos religiosa de la doctrina espírita y están dispuestos a examinar con libertad y serenidad sus fundamentos teóricos, a evaluar las metodologías que emplean en las experiencias mediúmnicas y reflexionar en torno de las consecuencias morales y sociales que son consustanciales al pensamiento espírita. Mirando hacia todos ellos, con mano tendida al intercambio y cooperación, CEPA puede perfectamente coparticipar en las más amplias jornadas de estudio, análisis y evaluación que sean programadas, aportando sus ideas y experiencias y aprendiendo de otros criterios o puntos de vista.

Esperamos en fin de este nuevo Congreso, una saludable sacudida que haga crítica y autocrítica; que revise conceptos, políticas y estrategias; que aproveche cuanto de positivo se ha logrado y señale novedosos rumbos. La CEPA es por antonomasia la institución espírita de la libertad y del pluralismo, del ejercicio pleno del pensamiento y la reflexión, es un ambiente de alteridad y cooperación, de amistad y solidaridad, de respeto fraterno y amoroso.

Puerto Rico exhibe una amplia y fecunda trayectoria espírita cumplida casi desde los tiempos de Kardec y que se mantiene hasta los tiempos que corren. En sus filas se cuentan personalidades destacadas, mujeres y hombres, de la cultura y de los avances sociales que se consagraron a educar a los boricuas en los valores intelectuales y a cultivar en ellos los más altos sentimientos espirituales. Es la quinta ocasión en que Puerto Rico, la “isla del encanto” como se la nombra, se torna en amable anfitrión de un Congreso de CEPA (las citas anteriores se cumplieron en 1957, 1969, 1993 y 2008). Estamos plenamente convencidos de que en esta nueva oportunidad el Congreso será tan brillante, fecundo, exitoso y grato como en las anteriores, o aún más, si tal desafío fuese posible.

¡ ESPÍRITAS DEL MUNDO, PUERTO RICO NOS ESPERA !


Jacira Jacinto da Silva

Presidente de CEPA.

Mauro de Mesquita Spinola

Director del Departamento de Investigación y Producción de Contenido de CEPA.

El librepensamiento espírita ha ganado recientemente espacio y adhesión cada vez mayores, a medida que se torna más conocido y debatido. Su expansión se debe, en buena medida, a los nuevos recursos de internet, que permiten la disponibilización de una cantidad cada vez mayor de contenidos en diversas formas (textos, conferencias, conversaciones, podcasts, vídeos, etc.) y permiten un amplio y distendido debate sobre ellos. A la inversa de ideas cerradas, el librepensamiento invita a la reflexión y a la producción de conocimiento. Allí radica su diferencia.

El librepensamiento – en cuyas bases Kardec estructuró el espiritismo – se funda en el concepto de que toda persona tiene derecho a la libertad de pensar y expresarse. Son características esenciales del librepensamiento espírita las siguientes: (1) Kardecista (tiene en la obra de Allan Kardec sus bases conceptuales y metodológicas, su referencia esencial); (2) libre producción y expresión de ideas (análisis y producción de conocimientos libres y racionales); (3) progresista (busca el desarrollo del ser humano y de la sociedad) y progresivo (busca también la actualización del conocimiento); (4) pluralista (propone el diálogo con los diversos segmentos del conocimiento y de la sociedad); (5) laico (estudia el espíritu, su supervivencia y comunicación, libre de ataduras religiosas) y (6) humanista (valora y se centra en el ser humano).

CEPA - Asociación Espírita Internacional, tiene un compromiso histórico con el espiritismo libre. Libros, revistas, periódicos, cursos, lives(directos), conferencias, congresos y debates libres, promovidos por CEPA, llevan la marca de este movimiento, que lo acredita como la cara principal del espiritismo libre en el mundo.

Conocedora de su rol, CEPA buscó, durante el año 2023, revisar y renovar su Plan Estratégico para los próximos 5 años. El plan se centra en las líneas de acción prioritarias y como telón de fondo el objetivo de consolidar y difundir el librepensamiento en el mundo.

El trabajo, en fase de consolidación, fue estructurado en 4 fases, habiéndose realizado ya íntegramente las 3 primeras. Todas las fases son debatidas y consolidadas por el Consejo Ejecutivo de CEPA:

  • Fase 1 – Consulta inicial. A través de un formulario enviado a varios colaboradores, con mayor o menor vínculo con CEPA, fueron propuestas preguntas sobre misión, visión, valores, fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas. Los datos fueron compilados y nutrieron las fases siguientes.

  • Fase 2Resultados preliminares. Misión, visión y valores fueron sintetizados, a partir de la consulta inicial, debatidos y consolidados.

  • Fase 3 – Objetivos estratégicos. Con base en la consulta inicial, fue desarrollado el análisis FODA (fortalezas, debilidades, oportunidades, amenazas) y, a partir de los datos recopilados, definidos los objetivos estratégicos de alto nivel.

  • Fase 4 – Planes de acción. Para cada uno de los objetivos estratégicos se están desarrollando un conjunto de planes de acción, ya en su fase final.

Los objetivos estratégicos de CEPA aprobados por el Consejo Ejecutivo en reunión celebrada a principios de diciembre de 2023 son los siguientes:

  • OB1. Promover el libre pensamiento y a CEPA

Fortalecer, perfeccionar, ampliar y diversificar los medios de difusión del librepensamiento espírita, utilizando tecnologías modernas. Difundir las actividades y el contenido producido en el ámbito de CEPA, desde su fundación en 1946, etapa más antigua y estructurada de las discusiones laicas y librepensadoras.

  • OB2. Ampliar las operaciones de CEPA

Ampliar geográfica y estructuralmente la actuación de CEPA, acogiendo a tod@s amig@s y simpatizantes de esta propuesta libertadora, para incluir el estudio y la discusión del espíritu, su supervivencia y la posibilidad de comunicación entre encarnados y desencarnados, en la institución y en todos los espacios inclusivos. Desarrollar planes regionales, permitiendo que esta expansión se lleve a cabo respetando las características y peculiaridades étnicas y culturales.

  • OB3. Integrar jóvenes

Integrar adolescentes y jóvenes. Este gran desafío ha sido pensado y deseado con la expectativa de mayores avances. El mundo ha dado un giro inimaginable en las últimas décadas, siendo imprescindible desarrollar estrategias y tecnologías para trabajar con centros/grupos/asociaciones que contemplen una buena participación de jóvenes. Conocer las mejores prácticas para avanzar.

  • OB4. Integrarse con otros grupos sociales

Interactuar e integrarse con los diversos segmentos del pensamiento libre y progresista y de la sociedad. La apertura hacia otras áreas del conocimiento es fundamental para instrumentalizar el progreso del espiritismo. Es posible y viable la defensa de principios básicos dialogando con lo diferente, aunque para alcanzar el éxito sean necesarios mecanismos que incluyan el ejercicio de la escucha, el respeto, la empatía, la alteridad, etc.

  • OB5. Actualizar y contextualizar el espiritismo

Afirmar el compromiso de CEPA con el progreso humano y social; desarrollar y difundir propuestas espíritas para el progreso científico, ético, social y moral. Sobre todo, pensar el espiritismo para la vida real, cotidiana y actual. Contextualizar y actualizar el espiritismo. Dar continuidad a la Colección Librepensamiento.

  • OB6. Actuar en favor de la justicia social y la protección del medio ambiente

Afirmar el compromiso de CEPA con la participación plena de los grupos socialmente minoritarios y marginados, y con la defensa del medio ambiente. La construcción del conocimiento espírita en los campos teórico y académico es extremadamente necesaria para su consolidación y perpetuación; entretanto, la vida pide acciones, el mundo espera ejemplos impactantes y la dinámica de la vida fluye de las elaboraciones colectivas.

Con estas directrices, CEPA buscará cumplir cada día mejor – en plena sintonía con los pensadores y las instituciones comprometidas – su papel de desarrollar y difundir el librepensamiento espírita.


Salomão Jacob Benchaya

Director Administrativo de CEPA.

Los congresos de CEPA mantienen el formato recomendado por Kardec en su Proyecto de 1868, tradicionalmente marcados por la presentación de temas resultantes de estudios e investigaciones que contribuyen para el avance del pensamiento espírita en conexión con las diversas áreas del conocimiento, lo que los convierte muy diferentes a los torneos de oratoria en que se transformaron gran parte de esos eventos en el movimiento

brasileño.

Brasil ya ha sido sede de tres Congresos y una Conferencia de la CEPA que, de alguna manera, ha influido positivamente en el movimiento espírita en las últimas décadas.

Fundada en Argentina en 1946, la CEPA realízó su 2º congreso, del 3 al 12 de octubre de 1949, en Río de Janeiro, presidido por Aurino Barboza Souto y con la secretaría de Deolindo Amorim, en el que participaron destacados espíritas brasileños como Lins de Vasconcellos, Carlos Imbassahy, Lauro Sales, Francisco Klors Werneck, el diputado Campos Vergal, el coronel Delfino Ferreira, Leopoldo Machado, João B. Chagas, Eden Dutra Nascimento, Sebastião Costa, Eurípedes de Castro, además de representantes de federaciones estatales de Brasil, desde Pernambuco hasta Rio Grande do Sul.

Este congreso fue organizado por la Liga Espírita de Brasil, institución federativa representativa de un modelo de espiritismo más kardecista, y su realización acabó propiciando condiciones para que el movimiento espírita brasileño se organizase en torno a la FEB (Federación Espírita Brasileña) con la firma del Acta que se conoció como el Pacto Áureo.

La FEB nunca aceptó afiliarse a la CEPA y se distanció de ella, particularmente después del III Congreso Panamericano realizado en Cuba en 1953.

Durante 51 años, la CEPA celebró sus congresos y conferencias en Argentina, Cuba, México, Venezuela, Puerto Rico, Colombia, Chile, Honduras y Estados Unidos.

Recién en el año 2000 la CEPA regresó oficialmente a Brasil con la realización de su XVIII Congreso Espírita Panamericano, en Porto Alegre-RS, gracias al empeño del psicólogo y profesor universitario venezolano Jon Aizpúrua, que presidía CEPA desde 1993, y al apoyo ofrecido por espíritas laicos, especialmente de São Paulo – liderados por Jaci Regis y el llamado "Grupo de Santos" – y de Rio Grande do Sul.

El mencionado congreso de Porto Alegre, cuyo tema "¿Debe actualizarse el Espiritismo?", suscitó intensos debates y polémicas, siendo objeto de boicot tanto por parte de la FEB como de la FERGS (Federación Espírita de Rio Grande do Sul).

En esa ocasión, fue electo el fiscal Milton Rubens Medran Moreira como presidente de la CEPA, pasando esta a tener su sede en Brasil hasta 2008.

Es oportuno recordar que, a fin de evitar malentendidos sobre los propósitos de la CEPA, la comisión organizadora del XVIII Congreso elaboró y publicó, con más de un año de anticipación, una "DECLARACIÓN DE INTENCIONES"de la cual he extraído algunos temas, ya que no todos los lectores la conocen:

"1. Bajo ninguna circunstancia la CEPA alimenta el propósito de, en el año 2000, en un único congreso, realizar una revisión puntual de la Doctrina Espírita.

2. Es indiscutible la actualidad de partes importantes y fundamentales de la obra de Kardec, no superadas por la Ciencia, que serán, obvia y plenamente, reafirmadas por el Congreso.

3. Los organizadores del Congreso entienden que actualizar el Espiritismo es volverlo actual, situarlo en la época en que vivimos, tornarlo presente y activo en todos los sectores del pensamiento humano.

4. Bajo ninguna circunstancia, bajo pena de infracción de derechos de autor, pueden ser alterados los textos o expresiones de las obras de Allan Kardec, así como las de cualquier autor. Ahora, las ideas, concepciones y teorías expuestas en las obras de la Codificación y en las que son complementarias a ella, como el propio fundador del Espiritismo afirmaba, no siendo más que la expresión del conocimiento de sus autores, subordinados al contexto de una época, son susceptibles de revisión y actualización.

5. No serán objetos de discusión, en este Congreso, los postulados básicos del Espiritismo -Dios, Inmortalidad, Comunicabilidad, Reencarnación, Mundos Habitados, Evolución-. Sin embargo, podrán ser cuestionados conceptos e interpretaciones sobre ellos expresados en la literatura espírita por autores encarnados o desencarnados, o que se hayan convertido en corrientes entre los espíritas.

6. Aunque los congresos de la CEPA tienen un amplio carácter deliberativo, éste no deliberará sobre el contenido doctrinario de las propuestas, exposiciones, tesis y/o trabajos que allí se presenten. Estos se constituirán en ayudas para nuevas investigaciones, experimentos y estudios, en áreas específicas, por parte de personas y/o instituciones, con la participación de los Espíritus, cuyos resultados y conclusiones volverán al debate en futuros simposios, seminarios, congresos, etc."

El XXI Congreso Espírita Panamericano tuvo como tema central "Perspectivas Contemporáneas de la Teoría Espírita de la Reencarnación", realizado en la ciudad de Santos-SP, Brasil, del 5 al 9 de septiembre de 2012, ya presentaba rectificaciones a algunos enfoques distorsionados sobre el tema, popularmente difundidos entre los espíritas.

En 2003, es fundada CEPAmigos, luego transformada en CEPABrasil-Asociación Brasileña de Delegados y Amigos de CEPA, que pasa a desempeñar un papel influyente en el movimiento espírita de Brasil.

Un nuevo ciclo de crecimiento sucede en la CEPA. Poco a poco, va perdiendo su vocación federativa y se convierte, principalmente, en un movimiento de ideas, un espacio para la reflexión y el encuentro de las diferencias.

Las administraciones de Dante López (Argentina) y Jacira Jacinto da Silva (Brasil), que sucedieron a la de Milton Medran Moreira, continúan modernizando a CEPA, no solo en el aspecto administrativo y tecnológico, sino, sobre todo, ganando la simpatía de una parcela significativa de espíritas, incluso estableciendo intercambios y asociaciones con personas, instituciones y agrupamientos con propuestas similares, lo que viene permitiendo, gracias a los modernos recursos digitales, visibilidad a colectivos y pensadores brillantes con los cuales CEPA también actualiza e intercambia contenidos en sintonía con el pensamiento filosófico y el conocimiento científico contemporáneos.

De estos colectivos y de pensadores diseminados por todo el país, con los que CEPA ha venido interactuando, han brotado propuestas renovadoras que se materializan en un verdadero aluvión de libros no mediúmnicos y de eventos que prometen establecer un nuevo paradigma doctrinal que recoloca al Espiritismo en el campo de las discusiones científicas y filosóficas, lo que, ciertamente, enriquece el multifacético movimiento espírita mundial.


Ricardo de Morais Nunes

Presidente de CEPABrasil y Miembro del Departamento de Investigación y Producción de Contenido de CEPA (Colección Librepensamiento).

El espiritismo, como filosofía integral que busca comprender el ser en su totalidad, puede ser dividido, al menos, en cinco campos temáticos fundamentales.

EL CAMPO FENOMÉNICO

El espiritismo resalta una variedad de fenómenos de la naturaleza que siempre han sido relegados al dominio de lo sobrenatural, el misterio o la imaginación. Allan Kardec, en Francia, y también los estudiosos del moderno espiritualismo anglosajón del siglo XIX y principios del siglo XX, desempeñaron un papel importante al dar a estos fenómenos el carácter de objeto de estudio.

Esta contribución al estudio de los fenómenos aún ha sido subestimada en la contemporaneidad por la mayoría de los hombres y mujeres de ciencia, quienes todavía no han logrado desprenderse del prejuicio materialista en relación con este tema o simplemente desconocen este importante momento histórico de investigaciones sobre la temática del espíritu.

LA COSMOVISIÓN

A partir del diálogo crítico y autónomo de Kardec con los Espíritus, surge una cosmovisión del mundo, una filosofía, que busca comprender racionalmente el ser, sus causas primeras y últimas, los elementos del universo, sus leyes, el significado de los seres vivos en general y de los seres humanos en particular, su destino espiritual, entre una infinidad de temas. Nace una filosofía que pretende dar cuenta de la totalidad del ser.

Es curioso observar que cuando nace el espiritismo, los vientos de la filosofía estaban a punto de comenzar a soplar hacia la posmodernidad. La posmodernidad criticará fuertemente las filosofías que buscan comprender la totalidad del ser. Hay estudiosos que afirman, por esta razón, que Kardec sería una especie de "iluminista tardío".

LA REFLEXIÓN ÉTICA

Sin lugar a duda, el espiritismo posee una dimensión ética. La perspectiva del mundo ofrecida por el espiritismo motiva al ser humano a transformar su comportamiento hacia los valores más nobles, como el amor, la compasión, la honestidad, el perdón, la sabiduría, en fin, estos y otros valores que hacen la vida humana más digna y feliz.

En el campo ético, el espiritismo propone la idea de leyes morales, siendo la moral de Jesús de Nazaret una especie de síntesis de las grandes virtudes éticas.

En este sentido, el espiritismo no es una filosofía meramente especulativa, sino dirigida a la praxis en el mundo. El espiritismo considera que hombres y mujeres deben aprender a vivir de la manera más armónica posible y que son responsables de todo el bien y el mal que crean en estas relaciones intersubjetivas.

LA REFLEXIÓN SOCIAL

El Espíritu encarnado, por naturaleza, vive con otros, por lo tanto, vive en sociedad. Del mismo modo que la comunicación es inherente al ser humano, la sociabilidad también lo es. El espiritismo propone no solo el desarrollo del individuo, sino también de las sociedades humanas, que deben avanzar hacia estadios cada vez más avanzados desde el punto de vista de la dignidad humana y el bien común.

La idea de la "reforma íntima", tradicional en el movimiento espírita brasileño, no expresa de manera precisa la visión espírita sobre el problema. En la mejor perspectiva espírita, no se trata solo del perfeccionamiento personal, íntimo y aislado del ser humano, sino que el Espíritu encarnado debe contribuir al desarrollo de su grupo social, a partir de sus talentos específicos que deben ser ejercidos en sociedad.

LA METAFÍSICA

El espiritualismo espírita innova a partir de la investigación empírica sobre el asunto del espíritu. En realidad, el espiritismo propone un enfoque nuevo sobre el tema de la supervivencia del alma, que ya no se limitaría solo a la fe o al razonamiento, sino a la observación e incluso experimentación de los hechos empíricos de la mediumnidad.

Sin embargo, el espiritismo también postula tesis sobre las causas primeras y últimas de la realidad, propias de la reflexión metafísica tradicional. Además, el espiritismo reflexiona sobre la información que los Espíritus traen del mundo espiritual. Información que solo pueden proporcionar los Espíritus desencarnados.

CONCLUSIÓN

Es posible afirmar, finalmente, que el espiritismo rescata un pensamiento sobre la totalidad, en el estilo de la filosofía clásica, pero en lo que respecta a su principal objeto de estudio, la supervivencia del alma y su posibilidad de comunicación con el mundo terrenal utiliza los métodos científicos típicos de la modernidad. Por lo tanto, el espiritismo nace como doctrina filosófica y método de investigación, inaugurando una nueva propuesta en el campo del espiritualismo.

Milton R. Medran Moreira

Asesor de Relaciones Internacionales de CEPA

El Espiritismo no es una teología. A diferencia de ésta, que es, literalmente, "el estudio de Dios", el objeto central de la filosofía espírita es, precisamente, el "espíritu", definido en la pregunta 23 de El Libro de los Espíritus como "el principio inteligente del Universo".

Aun así, el "factor Dios" no pasó desapercibido en la estructuración doctrinaria del espiritismo. Y no podría pasar, en tanto que es justamente el tema de la primera pregunta de El Libro de los Espíritus, la obra fundamental de Allan Kardec: "¿Qué es Dios?".

Parece que esto deja claro que no es posible entrar en el estudio del espíritu, "principio inteligente del Universo", sin la presuposición de una noción acerca de su origen, de la conexión de este principio formador del Universo, con una "Inteligencia Suprema", de la cual ha emanado y es su propia expresión.

A la pregunta vestibular de Kardec, en El Libro de los Espíritus, la respuesta dada por sus interlocutores espirituales fue esta: "Dios es la inteligencia suprema, causa primera de todas las cosas".

Tanto en la pregunta como en la respuesta, se pone de manifiesto una clara ruptura conceptual con el Dios de la Teología Cristiana. Kardec desantropomorfiza a Dios a partir de la pregunta. En ella no se utiliza el pronombre "quién", indicativo de personalidad. Utiliza la partícula "qué", no personal, sinónimo de "qué cosa es". El concepto de un Dios personal, fundamento teológico judeocristiano, queda apartado, entonces, a partir de la pregunta de Kardec.

En esta misma dirección está la cuestión 23, indicando que "el espíritu es el principio inteligente del universo". Descarta por completo la idea de un Dios personal, creador de los cielos y la Tierra, enunciada en la Biblia judeocristiana, dando lugar a una creación continua, a un proceso permanentemente transformador, inteligente, en el que encajan las modernas teorías evolucionistas.

El Espiritismo, de esa forma, no comulga con la teología bíblica y evangélica, de carácter creacionista, para afiliarse a la visión evolucionistade lavida, sin, no obstante, apartar a Dios del proceso creador, atribuyéndole la condición de causa primera y reconociéndolo como inteligencia suprema. El espíritu es, entonces, emanación divina, principio del cual todo deriva.

Estos fundamentos de la concepción acerca de la divinidad, en el ámbito de la filosofía espírita, nos llevan a buscar, igualmente, distinguir dos corrientes de pensamiento, bien diferenciadas una de la otra, sobre la propia naturaleza divina y la acción de Dios en el Universo.

La primera, y más propia de las religiones monoteístas del mundo, es el teísmo. Para los teístas, toda la realidad es fruto de la creación divina. Dios creó todo de la nada y gobierna el mundo, mediante su voluntad soberana. La verdad, para los teístas, proviene fundamentalmente de la revelación divina, y Dios interviene sin cesar en su creación, así como en cada ser, desde la partícula más ínfima, hasta los seres más inteligentes de la cadena de la vida.

Una concepción, más fundamentada en la filosofía y mucho menos en la revelación, es el deísmo. Éste se basa en la razón, el el librepensamiento y en las experiencias personales. Para el deísmo más extremo, Dios, el gran legislador del Universo, ni siquiera interfiere en el mundo y en los seres mediante su voluntad personal. El destino de cada uno o de cada sociedad es enteramente gestionado por las leyes universales y por el libre albedrío de los seres inteligentes que pueblan el mundo.

¿Cuál es la posición del espiritismo y dónde podríamos situarlo, teniendo en cuenta las dos teorías descritas anteriormente?

Las dos preguntas de El Libro de los Espíritus arriba mencionadas parecen no dejar lugar a dudas sobre la naturaleza eminentemente deísta de la filosofía espírita. Una importante publicación francesa de la época de Allan Kardec, el "Nouveau Dictionnaire Universel", de Maurice La Châtre, publicado en 1865, al definir el teísmoy el deísmo, cita por su nombre a Allan Kardec como un propagador del deísmo.

Reproducimos, a continuación, la entrada "deísmo", presente en aquella importante publicación (original en francés, también publicada junto al presente artículo), en cuyo final Allan Kardec es citado:

"DEÍSMO, sustantivo masculino (del latín Dios, Dios). Una doctrina que admite la existencia de Dios, mas rechaza la revelación y todas sus consecuencias. Los adeptos del deísmo asocian esa creencia a la religión natural. El culto de los teofilántropos, era un deísmo. El deísmo se distingue del teísmo, siendo el primero opuesto a la religión revelada y el segundo opuesto al ateísmo. El embrión del deísmo más puro fue encontrado en Francia desde el siglo XVII, especialmente en Bayle, pero es principalmente en Inglaterra, en los escritos de Bolingbroke, Collins, Trindall, Toland, Shaftesbury, Woolston y Priestley, que se manifestó abiertamente, siendo profesado por todos aquellos que se autodenominaban librepensadores. Voltaire, J. J. Rousseau y sus numerosos discípulos difundieron el deísmo en Francia en el siglo pasado ,y en los días actuales, Allan Kardec, el líder de la Doctrina Espírita, continúa la obra de estos grandes filósofos ". (énfasis nuestro).

Como se evidencia, la filosofía espírita fue recibida en Francia como una propuesta eminentemente deísta, en oposición al teísmo fuertemente presente en la teología cristiana.

Aun así, no se puede negar la existencia de conceptos, presentes en las obras de Kardec, que guardan fuertes influencias teístas, heredadas notablemente del catolicismo. Expresiones como "Dios castiga", "Dios recompensa", "Dios ayuda", "Dios interviene" y otras, pueden ser interpretadas como intervenciones, control y juicio de un Dios personal sobre la vida de las personas.

Entretando, en la medida en que el espiritismo adopta la "ley natural" como "la única verdadera para la felicidad del hombre", indicándole "lo que debe hacer o no hacer" para la conquista de la felicidad (pregunta 614 de El Libro de los Espíritus), confiere al ser humano esa autonomía que prescinde de intervenciones de un Dios personal, propias del teísmo.

La concepción, central en la filosofía espírita, de que existe esta normatividad natural presente en toda la dimensión universal, como expresión de una "Inteligencia suprema", que fue su "causa primera", sin que, para eso, sean necesarias "revelaciones sobrenaturales", amonestaciones, castigos y recompensas, confiere al espiritismo una naturaleza predominantemente deísta y no teísta.

De todos modos, y como reflexión final, el "factor Dios", en el ámbito de la filosofía espírita, debe ser visto como una invitación permanente a una mejor comprensión, en la misma medida en que avanzamos en niveles más amplios de conocimiento del Universo, del cual no tenemos nociones definitivas.

Dios es el Absoluto. El ser humano, en la etapa evolutiva en la que se encuentra, transita en medio de relativismos que nos distancian mucho de la capacidad de definir, comprender y sentir a Dios. Las religiones crearon un dios a su propia imagen, personalizado, antropomorfizado. El espiritismo, adoptando una postura marcadamente deísta y no teísta, transita en la búsqueda de concepciones más amplias acerca de esa "Inteligencia Suprema".

Alexandre Cardia Machado

Miembro del Consejo Fiscal de CEPA. Presidente del ICKS – Instituto Cultural Kardecista de Santos.

Al final de la década de los 70 del siglo pasado comenzó a surgir en el Movimiento Espírita, con cierta fuerza, un soplo de cambios. Algo que nos acercó a un Espiritismo más global, desvinculado de la FEB (Federación Espírita Brasileña). En la década siguiente este soplo se convirtió en un vendaval.

Muchos centros espíritas brasileños se acercaron a CEPA. Eran tiempos de apertura política en Brasil y también de la caída de la Unión Soviética, aires de libertad aquí en Brasil y en el mundo.

Después de dos décadas en las que varios escritores escribieran sobre el enfoque central de que el Espiritismo fuera o no una religión, está claro que las diferencias entre los puntos de vista divergentes entre el grupo religioso y el laico pesaban mucho más que los puntos en común, causando inevitablemente la ruptura entre las partes.

En Brasil, la gran mayoría de los espíritas se identifica con el Espiritismo Religioso, siguiendo las orientaciones de la FEB y otros líderes cristianos, porque para un país mayoritariamente cristiano este cambio al Espiritismo cristiano se procesa de una forma muy sutil. El Espiritismo religioso lleva al extremo la importancia de Jesús, considerado el Gobernador del Planeta Tierra. Este grupo está bien acomodado en esta posición.

Pero Kardec estableció, hace 166 años, que el Espiritismo era progresista, todos están de acuerdo, sean religiosos o no, pero pocos aplican esta idea en la práctica.

Nuestro grupo, laico, eso sí, salió con este fin por todo Brasil. Surgen grupos que estudian críticamente el Espiritismo, comparando, todo el tiempo, nuestra doctrina con el progreso del conocimiento, tal como lo propuso Allan Kardec.

Este grupo laico, al que llamaré aquí de Espíritas Progresistas, está formado no sólo por progresistas, sino por gente con diferentes orientaciones ideológicas. Lo constituyen personas que ven la necesidad de actualizar el pensamiento espírita, para que el Espiritismo pueda contribuir a la sociedad del siglo XXI, pudiendo sobrevivir al mismo, llegando al siglo XXII, sin asfixia.

No queremos un movimiento religioso, sino un movimiento capaz de comunicar una visión trascendente, conectada con la sociedad, a la humanidad, capaz de hacer pensar a la gente sobre la posibilidad de la inmortalidad dinámica.

Todos somos espíritus encarnados y en evolución, debemos beber y comer del árbol del conocimiento.

En 1987, en el primer año del Periódico Abertura, de Santos-SP, Brasil, en su edición de julio, Jaci Regis pregunta, en un artículo en la portada del periódico: ¿Es progresista el Espiritismo?

Jaci, ahí se expresa de ese modo: "Todo el mundo quiere cambiar. Juran que aceptan que la Doctrina no se puede cristalizar. Es interesante, por lo tanto, saber cómo el movimiento espírita brasileño reacciona y realiza el sueño y la necesidad del progreso del pensamiento espírita". Está claro que no hay ninguna forma organizada de actualización en el Espiritismo Religioso.

Jaci Regis hizo su parte, nos dejó sus libros, dio innumerables conferencias, fundó un periódico, creó el Simposio Brasileño del Pensamiento Espírita, abrió un camino. No fue el único, porque como él, muchos otros, en Brasil y en todo el mundo, siguen caminos similares. Hoy somos nosotros, nuestra generación, quienes llevamos adelante este proyecto.

Nuestro Momento

La revolución de las comunicaciones, a través de Internet, y con más fuerza, en los últimos diez años, nos hizo tener peso, una presencia sentida e incómoda para los Espíritas Religiosos que, en cierto modo, comienzan a reaccionar, atacándonos de nuevo.

En este momento estamos mucho más presentes a través de los canales de YouTube, páginas web, blogs, eventos en todo Brasil y en todo el mundo, y conferencias online. Esto nos acerca al espírita que no está muy vinculado a un Centro Espírita.

Varias iniciativas para tener disponibles libros con nuestras ideas de forma gratuita también aumentan nuestra penetración, ya que estas personas tienen acceso gratuito a libros que de otro modo estarían en el índice prohibido por la FEB.

No es fácil, vivimos un momento de indignación, todo el mundo está indignado por algo, nuestra sociedad sufre un proceso de indignación selectiva. Sólo aceptamos lo que nos refleja. Por lo tanto, los Espíritas Religiosos se indignan con lo que hacemos y, en cierto modo, viceversa. No creamos puentes, el hecho de que tengamos espacio para exponer nuestras ideas, de alguna manera tienden a convertirlas en ideas radicales. No creo que salirse demasiado del camino del medio sea una estrategia espírita ética deseable.

Por esta razón, la disponibilidad de estas obras gratuitas puede funcionar como una vía para que nuevas ideas penetren en otros espacios. El tiempo lo dirá…

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