Juventud y Espiritismo:
Tan importante es lo que puede aportar el espiritismo a la juventud como lo que puede aportar la juventud al espiritismo.
El conocimiento espírita es un complemento filosófico ideal de la educación formal. El mismo puede posicionarse como un núcleo orientador de conocimientos para desarrollar el conocimiento de sí mismo, la reflexión íntima, la amistad, la solidaridad hacia nuestro semejante.
Frente a los vaivenes morales de la sociedad, la Doctrina Espirita ofrece argumentos sólidos para conservar el camino de evolución conciente. Ayuda al ser en esta etapa crucial de su existencia a comprender y afrontar la vida, con fe en los procesos.
Es por esto que es importante que los jóvenes tengan un espacio propio en los centros espíritas para estudiar y practicar el Espiritismo desde su óptica, según sus propios intereses y con el nivel de profundidad adecuado a la edad. Que puedan debatirlo entre pares y más importante aún, que puedan utilizarlo como herramienta práctica en sus vidas.
Generar un espacio de encuentro donde los jovenes compartan experiencias, lleven a cabo proyectos de interés común, aborden desde la óptica espirita aquellos temas y situaciones que más preocupan en esta etapa fomentando el debate y la interacción, y estrachar lazos de amistad y aspirar a ser grupos de referencia y pertenencia.
De esta manera los adolescentes cuentan con mayores herramientas para enfrentar las problemáticas sociales con las que se puedan encontrar y para reflexionar y analizar las circunstancias con mayor profundidad y trascendencia.
A su vez, generar desde ese lugar un claro compromiso con el mejoramiento del entorno social en el cual están insertos. Conocimiento en acción, esa es la premisa. Que lo intrínseco del conocimiento y la reflexión, se exteriorize en cambios actitudinales.
Por otra parte, hay que mencionar que en los diferentes Centros Espíritas que componen la CEPA, la juventud expresada en grupos numerosos o pequeños, en diferentes formas de abordaje y estudio de la doctrina espirita, cumple un papel fundamental en la trascendencia en el tiempo de las Instituciones y en la continua renovación de ideas y enfoques que hacen del Espiritismo un conocimiento móvil y superador.
El desafío de nuestros Centros Espíritas es la integración y combinación entre la conducción y la experiencia de los adultos y el empuje y la renovación que aportan los jóvenes.
En CEPA es un desafío actual y a futuro llevar esta idea a la práctica y que en cada encuentro regional o internacional los jóvenes tengan su espacio de debate e interacción, de manera de nutrir y potenciar este movimiento en las Instituciones. Es por ello que se creó la Secretaría de la Juventud, porque los jóvenes deben estar presentes, deben participar, deben aportar y comprometerse para que este movimiento tenga fuerza y trascendencia en los años que vienen.