jacira ano

UN NUEVO CICLO SE INICIA

¿Sería el 2020 un año para olvidar?

Con referencia al tiempo, estamos plenamente convencidos que: ¡Pasa rápido! Todo pasa en esta vida, la energía, la belleza, la juventud. Pasan las alegrías y los éxitos, pero también la oscuridad. Cada momento es valioso ¡lo que hace que la vida sea una oportunidad en plenitud!

Cuando cambiamos el año, generalmente exteriorizamos muchos votos de alegría, éxito, vida y salud a aquellos a quienes amamos, pero es posible que nunca lo hayamos hecho con tanto énfasis y emoción como lo hacemos ahora, en el umbral de 2021.

Mucha gente continúa todavía contagiada por un sentimiento extraño, inaudito y escéptico: "Dios mío, ¿hasta cuándo?" El Consejo Ejecutivo de CEPA manifiesta aquí la esperanza de que todos los lectores ¡vivan una experiencia maravillosa, positiva y muy productiva en 2021!

Uno entiende perfectamente la tristeza, el malestar, la dificultad de vivir un cambio de año en condiciones tan diferentes. Siempre festejamos la llegada de un nuevo año, celebramos los logros y queremos permanecer firmes, libres y exitosos en el nuevo periodo, pero esta vez todo fue muy anormal. Parecería que nuestro deseo sería decir: "Ok, 2020, qué bueno haberlo superado; por favor, quédese atrás, borrémoslo de nuestra memoria. ¡Será muy bueno adentrarse en el 2021; que vengan nuevos proyectos, descubrimientos, cambio de rumbos!

De hecho, 2020 no fue un buen año para nadie, ni siquiera para aquellos que sobrevivieron a la enfermedad, ni para aquellos que lograron convertir la pandemia en una oportunidad para ganar dinero; No, no vivimos en torno a nuestros intereses exclusivos. Por mucho que el egoísmo siga siendo un rasgo característico de la humanidad terrena, todos nos hemos visto afectados por millones de muertes en un solo año, muchas personas con secuelas, muchas otras arruinadas financieramente. Somos al mismo tiempo agentes y pacientes de las acciones humanas, por lo que un acontecimiento de proporción mundial como éste realmente nos produce un impacto a todos. En menor o mayor grado, todos hemos sido seriamente afectados. El aislamiento social que nos impusimos fue un efecto de alcance general.

Sin embargo, un sinfín de oportunidades ha surgido para el mundo. La gente aprendió el significado del distanciamiento obligatorio, tuvieron que reinventarse en soledad, descubrieron nuevas formas de producir y obtener ingresos, se adaptaron a las tecnologías, permanecieron más en casa, renunciaron a los vehículos de motor, leyeron más, vieron más películas, produjeron más. Sin duda pasará, porque todo pasa en la vida, pero no habrá dejado solo rastros de dolor.

Tal vez en el futuro podamos examinar esta etapa y concluir que fue una experiencia, no solo dolores, no solo logros. Un periodo que nos marcó, vivido intensamente por algunos, demasiado sufrido por otros, marcado por tragedias, insensateces, corrupción y muertes. Pero por otra parte, también ha habido avances. Inexorablemente recordaremos que muchas obras positivas se computaron en este tiempo de pandemia, si bien es cierto que la solidaridad ganó un protagonismo absoluto.

La filosofía espiritista nos enseña que cada instante es una oportunidad única y que la vida es una dádiva para el espíritu en crecimiento, por lo que estamos agradecidos de haber pasado por una víspera más de año nuevo, como si el Universo nos estuviera otorgando la oportunidad de conseguir un poco más, ser más útiles, crecer, en fin.

Digamos, pues, muchas gracias a 2020 por todo lo que nos permitió ver y aprender; por haber resistido, por haber crecido ¡Empecemos 2021 con la esperanza de ser un poco mejores!

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