En el período del 8 al 12 de octubre de 2021, bajo los auspicios de CEPA – Asociación Espírita Internacional, estuvieron reunidos virtualmente, en el “XXIII Congreso Espírita de CEPA”, espiritistas de los siguientes países de Europa y de América: Alemania, Argentina, Australia, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, EEUU, España, Francia, Grecia, Guatemala, Guyana, Honduras, Irlanda, Lituania, México, Nicaragua, Perú, Portugal, Puerto Rico, Suiza, Uruguay y Venezuela.
A partir de la temática central “El Espiritismo ante los Desafíos Humanos”, fueron presentados y discutidos temas de contenido científico, filosófico, ético, social, artístico, médico, familiar, educativo, ambiental, psicológico y político de relevancia para la humanidad, en el momento histórico actual, teniendo como base los valores defendidos por el espiritismo, en sus aspectos científico, filosófico y moral.
El evento fue realizado en un contexto fuertemente impactado por el acontecimiento de la pandemia de la Covid-19, la más grave crisis sanitaria de los últimos 100 años, con inmensas repercusiones demográficas, económicas y sociales en todos los aspectos de la vida, lo que produjo gran inquietud y el desafío de replantear el futuro de la humanidad y de nuestro planeta.
DECLARACIÓN DE INTENCIONES DE CEPA – ASOCIACIÓN ESPÍRITA INTERNACIONAL
I) Inicialmente se ratifica el consenso de que el espiritismo, tal como fue concebido y sistematizado por su fundador, Allan Kardec, es una ciencia de observación y una filosofía espiritualista, originadas del intercambio entre la humanidad encarnada y la desencarnada, contemplando el progreso científico y moral del ser y de la sociedad humana, con el fin de conducirlos a una etapa de plena felicidad, mediante la práctica del Amor, de la Justicia y de la Caridad;
II) Se entiende, así, el espiritismo no como una religión, sino como una ciencia y filosofía de carácter laico, humanista, librepensador, progresista y pluralista, teniendo como base el conocimiento y la práctica de las leyes naturales, las cuales, según la cuestión número 648 de El Libro de los Espíritus (LE), abarcan “todas las circunstancias de la vida”;
III) Se admite que la aceptación de los principios de la inmortalidad del espíritu y su progreso indefinido, mediante las vidas sucesivas en el mundo material, estimula al ser humano a enfrentar las cuestiones que lo desafían como individuo y como sociedad, en todas las etapas de su desarrollo espiritual, intelectual, emocional, político y social. Cada período de la Historia ofrece nuevos desafíos al ser humano, invitándolo a revisar anteriores posiciones ante la continua necesidad de progreso en el campo del conocimiento y de la trasformación ética, que permiten la adquisición de nuevos modelos de bienestar físico y espiritual al individuo y a la sociedad.
En base a esos presupuestos, CEPA-ASOCIACIÓN ESPÍRITA INTERNACIONAL, desea transmitir las siguientes REFLEXIONES:
1. Episodios históricos como la presente pandemia, provocada por la Covid-19, no deben ser interpretados como castigos o amenazas de Dios, de los espíritus superiores o de fuerzas misteriosas o sobrenaturales, sino como eventos resultantes del deficiente conocimiento humano acerca de su propia naturaleza, de las condiciones sanitarias que lo envuelven y de la ausencia de medidas de prevención y de acciones contra los agentes biológicos perjudiciales para la salud humana. De esta manera, los cíclicos episodios de epidemias o pandemias, como ésta que vive ahora la humanidad, deben servir de estímulo a la ciencia, a sus organismos y a los que detentan el poder sobre estos sectores, en el sentido de la más amplia prevención, educación, combate y tratamiento en condiciones igualitarias, justas y humanitarias, capaces de alcanzar a todos los pueblos, independientemente del nivel económico y social de cada nación o comunidad humana;
2. El espiritismo propone expresamente la necesidad de la implementación de políticas sociales, justas y fraternas, fundamentadas en la igualdad de todos los seres humanos ante Dios y las leyes naturales. Proclamando que la desigualdad de las condiciones sociales no es una ley de la naturaleza, siendo así obra del hombre y no de Dios (cuestión 806 LE). El espiritismo defiende que la adquisición de bienes materiales debe observar criterios justos y honestos, y que su utilización se oriente siempre hacia el bien para todos. Al mismo tiempo, condena la acumulación exagerada de bienes en las manos de unos pocos en detrimento o para la explotación de muchos. Consideramos inadmisible la permanencia del hambre, la miseria social, la esclavitud y toda o cualquier forma de injusticia social, debiendo ser promovidas fuertemente la alteridad y la empatía;
3. El principio de igualdad debe necesariamente garantizar condiciones idénticas de disfrute de derechos civiles, laborales y políticos para hombres y mujeres, ampliando y estimulando, de igual forma, las modernas políticas públicas de hospitalidad, igualdad de oportunidades y trato respetuoso hacia todos, independientemente de su orientación sexual, género, etnia o creencia. Así pues núcleos familiares originados por uniones homosexuales deben merecer el mismo respeto y disfrutar de idénticos derechos que los formados por parejas heterosexuales. En la cuestión 822 LE: “ Para ser equitativa la ley humana, debe consagrar la igualdad de derechos entre el hombre y la mujer, y todo privilegio concedido al uno o a la otra es contrario a la justicia. La emancipación de la mujer sigue el progreso de la civilización. Su esclavitud camina con la barbarie”;
4. La libertad, conquista de la autonomía del espíritu en su proceso evolutivo, es el principio fundamental que debe presidir las relaciones humanas y la protección del Estado Democrático de Derecho. De la libertad de conciencia, que es “uno de los caracteres de la verdadera civilización y del progreso” (cuestión 837 LE), derivan, igualmente, las libertades de creencias, de ideales políticos y de acciones humanas, siempre que no vulneren los derechos de los demás y no atenten contra los derechos humanos fundamentales. En ese sentido, deben ser repelidas, denunciadas y combatidas todas las doctrinas antidemocráticas, basadas en fundamentalismos ideológicos o religiosos, que vayan en contra de la civilización, del progreso, de la fraternidad, del civismo y del humanismo;
5. La educación formal, la pedagogía a favor de la autonomía, de la libertad y de la ciudadanía, deben estar al alcance de todo ser humano, independientemente de su sexo, género, etnia o situación económica y social, en todos los países del mundo, especialmente en el período de su formación para la vida social. El acceso a la educación debe ser amplio y sin restricciones para todos. Kardec se refiere a la relevancia de la educación en la cuestión 685 LE, cuando nos habla sobre la importancia de la educación moral; “ y tampoco la educación moral que enseñan los libros, sino la que consiste en el arte de formar el carácter, la educación que da costumbres; porque la educación es el conjunto de costumbres adquiridas” ;
6. Todo ser humano tiene derecho a la salud, debiendo el Estado y la sociedad velar por el bienestar físico, mental y psicológico de cada ciudadano y de la colectividad, garantizando el derecho a la alimentación saludable, a la vivienda digna, y a la asistencia médica y hospitalaria en caso de enfermedad. La salud del cuerpo es medio eficiente para el perfeccionamiento del espíritu. Kardec propone una síntesis de estos conceptos en la cuestión 793 LE : “pero no tendréis verdadero derecho a llamaros civilizados, hasta que no hayáis desterrado de vuestra sociedad los vicios que la deshonran, y hasta que viváis como hermanos”;
7. El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático - IPCC-, Organismo de la ONU, alerta sobre la grave situación ambiental del planeta, ya que últimamente suceden importantes episodios meteorológicos provocados por el calentamiento global, alerta que es admitida integralmente por los participantes en este Congreso. Según el documento publicado el 9 de agosto de 2021, los efectos catastróficos de los cambios climáticos son, de modo inequívoco el resultado de la acción humana. Ésta constatación científica introduce tales fenómenos en el ámbito de la causa y efecto, sin que para eso precisemos recurrir a tesis místicas de castigo divino o de karma. Como espiritistas y como ciudadanos conscientes, debemos velar por el medio ambiente del planeta en que estamos reencarnados, donde reencarnan nuestros hijos y nietos y, probablemente, a donde volveremos en nuevas existencias.
8. Como corolario de estas conclusiones, recordamos a Allan Kardec ( En “La Génesis” 1ª edición, Cap.XVIII), para quien el espiritismo “con su potencia moralizadora, con sus tendencias progresivas, con la amplitud de sus miras, con la generalidad de las cuestiones que abraza”, es una filosofía enteramente apta para “secundar el movimiento de regeneración” de la humanidad, y, por ello, actual en un período histórico marcado por la necesidad de profundas transformaciones sociales hacia la justicia, la libertad, la igualdad, la fraternidad y el amor.
Los desafíos, surgidos en la Modernidad donde nació el espiritismo, se multiplican, se amplían y exigen constantes respuestas de los espiritistas de cada generación.
Es así como el presente documento marca la posición de CEPA, al cumplir 75 años de existencia, y de los espiritistas laicos, progresistas y librepensadores que la integran.
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El XXIII Congreso de CEPA ha abordado en estos cuatro días de exposiciones, estudios, debates y reflexiones, temas tales como: La pandemia traída por la Covid-19, la justicia social, la sexualidad, la libertad, la educación, el medioambiente y sus derivados; avances en el estudio de la consciencia, de la interacción entre espíritu y materia y sus consecuencias en los campos de la religión, de la ética, de la salud física y mental, de los cambios sociales y comportamentales y en la mirada artística y de la cultura en general.
En homenaje al país elegido como sede de este XXIII Congreso Espirita de CEPA y que, debido a las restricciones sanitarias vigentes en todo el mundo, se organizó y realizó en formato virtual, desde la ciudad de Barcelona (España), se publica la presente
CARTA DE ESPAÑA, en la que reflejamos las contribuciones de nuestros oradores.
●Los seres humanos son individuos inter-existentes al actuar como encarnados y como espíritus, y el centro del análisis espírita es el ser humano encarnado, por lo que se pone en relieve: el valor de la investigación; el valor de la acción; y la libertad orientada a la solidificación del progreso.
●Teniendo en cuenta el avance de algunos movimientos integristas en la sociedad, se genera una nueva oportunidad de reafirmar la posición espírita al lado del progreso y de la ciencia, redefiniendo principios evolucionistas, reencarnatorios, vida espiritual y mediumnidad, para poner en relieve las diferencias entre creencias dogmáticas y espiritismo filosófico, portador del cambio.
●Aunar libertad natural y libertad social, libertad política y eficacia económica, con justicia social, constituirán elementos esenciales de un mundo regenerado moralmente. El desafío consiste en lograrlo a corto término, edificando sociedades libres, fraternas y solidarias, pues al ejercer la libertad con el libre albedrío el ser humano se desarrolla en toda su potencia.
●Siendo el espiritismo una doctrina basada en la autonomía moral y en la libertad de los seres humanos, comprende que los individuos tienen derecho a elegir las experiencias a vivir dentro de los límites del libre albedrío, y la opción por la eutanasia proviene del libre albedrío. El espiritismo no condena las experiencias humanas, pero hace reflexiones sobre ellas, analiza las consecuencias, independientemente de juicios y valores.
●El suicidio es el resultado del abandono, el prejuicio, la inseguridad económica, la competitividad desenfrenada, el desempleo, el individualismo, aunque se vista de religión, y de la indiferencia social. Todo lo que se pueda hacer para promover la aceptación del otro, de la diversidad en todos los sentidos, la solidaridad, las políticas de fraternidad y amor al prójimo, puede afectar las tasas de suicidio.
●En el espiritismo, aun habiendo surgido en un ambiente conturbado, no encontraremos ninguna palabra que nos induzca a la desesperación, por el contrario, ofrece un camino de moderación y control de los impulsos en la observación serena de los procesos sociales y de nuestros propios procesos. La propuesta es una actitud crítica para aprender y mejorar, sin perder la tranquilidad, porque la inmortalidad dinámica nos enseña que este camino tiene contratiempos, más por esto mismo es bonito, y que la razón está por encima de la agresividad y la violencia.
●Kardec ante todo era educador, como tal lleva su bagaje pedagógico al espiritismo. La pedagogía espírita en Brasil tiene raíces históricas por la acción de espíritus lúcidos como Eurípedes Barsanulfo, Anália Franco, Tomás Novelino, Vinicius, Herculano Pires, Ney Lobo. El espiritismo en sí es una propuesta pedagógica, de perfeccionamiento del espíritu para la eternidad, se construye en múltiples vidas, de manera autónoma, libre, emancipadora , porque nos entrega a nosotros mismos la construcción de nuestra identidad espiritual.
●Los desafíos planteados ante un cambio de paradigma son: Cambios pedagógicos y creatividad. Apertura a otras posibilidades de comprensión ante la diversidad. Enseñanza multidisciplinaria, pensando al espíritu como productor de su autoconocimiento. Que los niños aprendan a pensarse a sí mismos, a iniciarse en el conocimiento de su personalidad, con una actitud de librepensadores, críticos, reflexivos, cuestionadores de la realidad y de sí mismos.
●Estamos viviendo la visibilización incuestionable de la homoafectividad. El espiritismo, con la certeza de la inmortalidad del espíritu, de la reencarnación, y de la evolución constante, puede colaborar en la concienciación ejerciendo y proponiendo la inclusión, la valoración de la diversidad y apoyando causas en una acción pro social.
●El transexual clama respeto, integración, igualdad de oportunidades. Se debe educar al individuo y a la sociedad para promover la inclusión, la salud, la cultura y el trabajo digno, preparando a profesionales en cada caso para ofrecer el apoyo necesario.
●El racismo se observa en las sociedades actuales como desigualdad y exclusión, siendo en cada país ejercido de manera diferente, en conductas de superioridad y de jerarquías sociales que se enraízan en el alma humana. La propuesta es comprenderlo y trabajarlo, identificando dónde se expresa, actuando a favor de la igualdad y la justicia puesto que dichas conductas son incompatibles con el espiritismo.
●La mente abierta a los cambios, la extinción de prejuicios y creencias limitantes, además del afianzamiento paulatino en nuestras sociedades de la ley de reencarnación, será el impulso para que las relaciones intergeneracionales dejen de ser percibidas como un desafío para convertirse en numerosas oportunidades de crecimiento.
●El mundo no cambia por sí solo, los espíritas poseemos un conocimiento que podemos y debemos transmitir para esta transformación, con la palabra y la conducta, no siendo indiferentes a las injusticias, sosteniendo la esperanza en un mundo mejor y con una participación activa, tratando de que los valores del espíritu estén por encima de las conveniencias personales.
●En el tema del desarrollo sostenible frente a los cambios climáticos, evaluar el desempeño individual y social, repensar conductas, para reconducir los actos con renovación y compromiso, creando un nuevo estado de conciencia para generar una nueva escala de valores que nos permita forjar una huella ambiental positiva desde los cambios personales a los globales.
●Se plantea la necesidad de un nuevo enfoque de los tres pilares, libertad, igualdad, fraternidad, como reto ante una nueva etapa. Allan Kardec lanzó ideas espiritualistas anticipadoras proponiendo un compromiso consciente para un mundo mejor, por lo que el pensamiento espírita se encuentra en la vanguardia de la igualdad social, siendo competencia de los espíritas actuales proponer discusiones sobre el futuro de la humanidad.
●El espiritismo desvela que la verdadera naturaleza del ser humano es espiritual, y no material, y que las sucesivas encarnaciones son oportunidades de crecimiento. En este contexto, los bienes materiales adquiridos en cada existencia tienen un carácter temporal. A partir de esta idea fundamental, el espiritismo no condena la propiedad privada adquirida sin perjuicio a otros, sino que le confiere un carácter transitorio y, necesariamente, con una función social relevante.
●El fenómeno de la pandemia plantea consecuencias a nivel individual y social y desafíos que requieren un nivel de adaptación y toma de decisiones impostergables para el futuro de la humanidad. He aquí algunos: reducción de brechas económicas; una nueva visión del ser encarnado; respeto de los derechos básicos universales; urge una transformación política universal basada en la cooperación internacional más allá de la identidad y cultura de cada nación, que plantee un nuevo orden social, tomando conciencia de nuestra verdadera esencia espiritual.
●La filosofía espírita permite, al personal de la salud y a los enfermos, ver el proceso desde diferente ángulo que el resto de la sociedad: Favorece la capacidad de adaptación y respuesta rápida a situaciones adversas. Posibilita el desarrollo médico de estrategias y tratamientos ante nuevas enfermedades. Pone en evidencia la cercanía de la muerte, lo que promueve el desarrollo del sentido trascendente de la vida. Impulsa la valoración profunda de los seres que acompañan. Estimula la toma de contacto con la introspección y un modo de vida más pausado.
●Los espíritas debemos enfrentar la pandemia con: Calma, para no dejar que sus estresores nos lleven a estados severos de ansiedad, depresión y tendencias suicidas. Inteligencia: con información confiable, siguiendo indicaciones sensatas y vacunación. Solidaridad en el trabajo: para que la sociedad funcione. Y con Resiliencia: la fuerza interna que nos impulsa a reponernos ante las situaciones adversas.
●El uso de la tecnología se ha convertido en el medio de difusión y presentación principal del espiritismo. Este hecho ofrece desafíos que será necesario resolver, para que la sobreinformación, la duplicación innecesaria de contenido y, sobre todo, la masificación de material de baja calidad, o incluso negativa al mensaje espírita, no se vuelva en un elemento contraproducente para los objetivos de difusión.
●El espiritismo invita a vivir con intensidad cada momento de dificultad, aplicando las convicciones que colocan al ser humano por encima de lo efímero, siendo conscientes de que estos aprendizajes son parte del proceso evolutivo, sabiendo que a la vez necesitamos certezas para vivir, e incertidumbres para evolucionar. Cuando nuestra conciencia encuentre un sentido, estaremos enfocados en lo trascendente.
●El espiritismo ya expresaba en el siglo XIX el desarrollo de la conciencia. La ciencia necesita, para llenar vacíos en su filosofía, un pensamiento espiritualista que exprese lo que los científicos no se atreven a afirmar: conciencia y observador. Ciertamente, la continuidad de las investigaciones sobre la consistencia del Universo y la creación de la materia por la consciencia, dará la idea de Dios como objeto de Ciencia y no de Religión.
●¿A qué aspiramos en nuestra próxima reencarnación, a un mundo de trabajo o a un mundo de contemplación? Encontramos respuesta en la filosofía espírita: estamos donde estamos por los pensamientos que predominan en nuestra mente, lo cual entra en la esfera de nuestra propia responsabilidad. Nosotros somos el proyecto más importante que tenemos enfrente, esforzándonos en ser un ejemplo de lo que deseamos para vivir, no en otro mundo, en este, el lugar más favorable para nuestra evolución individual.
●Cada uno ve la vida desde su lugar. Y no es el mismo para todos. Esas diferencias con las que vive el ser humano nos deben movilizar hacia la humanización. La responsabilidad surge de las leyes, del compromiso y de la madurez. La distancia entre la tristeza y la alegría es grande, no podemos saltarla de golpe, pero podemos poner en medio una estación para reflexionar, y dar el salto. Esa estación es el agradecimiento.
●Empecemos por legitimar nuevas búsquedas, admitiendo que no siempre se tienen respuestas, y convirtamos este escenario en la invitación que impulsó la pandemia para pensarnos juntos. La actualidad está atravesada por la necesidad de acudir a las vivencias, limpias de condicionamientos culturales, accediendo a la espiritualidad que nos constituye. Tenemos un desafío por delante: decidir qué hacer como humanidad con la posibilidad que nos ha regalado la pandemia de hacer pausa y revisarnos.
●Los postulados espiritistas no admiten que este fenómeno provocado por el Covid y que ya ha cobrado millones de vidas, sea interpretado como un castigo de Dios, y mucho menos que esté justificado sobre la base de la reencarnación o la ley de causa y efecto. Estas experiencias brindan al ser humano el aprendizaje y la oportunidad de ejercitar su inteligencia, la capacidad de resignación, y desarrollar sentimientos de abnegación y amor al prójimo.
●La clave para superar los obstáculos que encontramos en nuestro camino es afrontarlos con una actitud positiva mediante un cambio de pensamiento, maximizando las percepciones, viendo en los conflictos oportunidades de crecimiento, entendiendo que la positividad actúa en beneficio de la salud, comprendiendo que el autoconocimiento es la esencia de la madurez humana.
●Se habla mucho de expiaciones y pruebas, y raramente de experiencias. Por lo que el camino del aprendizaje puede ser obstaculizado no sólo por los errores, a veces muy graves, sino también por el tipo de opción tomada para rescatar las malas conductas cometidas. El espiritismo tiene herramientas para instaurar equilibrios y para enseñar a vivir mejor. Pues es eso de lo que se trata: vivir mejor.
●El Arte da idea de la evolución constante de la humanidad. Abre puertas psíquicas, colma de paz, y también protesta abiertamente contra la indignidad o la hipocresía. Denuncia, interviene, palpita, remueve conciencias. El arte es expresión e investigación de la vida interior. Es un desafío insertar el arte en la educación, a la par de otras asignaturas más pragmáticas. También es un desafío conseguir el estado vibratorio ideal para lograr intuición y permitir la inspiración.
●Un simple e invisible virus ha resaltado todavía más la separación entre las personas. Infelizmente olvidamos que el bienestar y el equilibrio del grupo social son fundamentales para la existencia y felicidad de cada individuo: y es el oxígeno de la vida. ¿Qué puede decir el espiritismo en un momento tan difícil para la humanidad? Nos recuerda que somos los protagonistas de nuestro destino; aclara la importancia del amor y de la solidaridad en la construcción de un mundo mejor. Ahora depende de nosotros mantener la esperanza en días mejores. Y, juntamente a Chico Buarque de Hollanda, cantautor y escritor brasileño, repetimos la frase de una canción suya: “Mañana será otro día.”
NECESITAMOS ASUMIR QUE ESTAMOS APRENDIENDO A SER FELICES
En Barcelona a 12 de octubre de 2021.