APRENDER Y ENSEÑAR EN ENTORNOS VIRTUALES
Por Cecilia Culzoni y Paula Culzoni-
Sociedad Espiritismo Verdadero- Rafaela- Argentina
Resumen:
Las nuevas tecnologías de la comunicación y la información nos ofrecen un sinnúmero de posibilidades para la enseñanza. Los cambios cognitivos que pueden introducirse a partir de su uso necesitan de un cambio moral y cultural proveniente de la educación.
Ellas por sí mismas no producen la verdadera diferencia, necesitan del aporte pedagógico, de las ciencias sociales a fin de lograr ese cambio cualitativo tan deseado.
El aprendizaje colaborativo constituye una metodología de enseñanza aprendizaje que está adquiriendo gran desarrollo en la actualidad, impulsado en parte por las nuevas tecnologías. El ser humano nació para vivir en sociedad, y como su sentido de vida es social su desarrollo humano espiritual y profesional lo alcanza en plenitud cuando es en interacción con otros. Lo mismo ocurre con el aprendizaje.
El aprendizaje colaborativo es aquel en el que los alumnos aprenden en un proceso en el que se proponen y comparten ideas para resolver una tarea, un problema, un conflicto, favoreciéndose con el diálogo la reflexión sobre las propuestas propias y ajenas. Lo fundamental es suscitar la discusión y el debate de ideas. Algunas actitudes y valores que se pueden promover a partir de propuestas de aprendizaje colaborativo.
- Comprensión crítica
- Empatía
- Autoconocimiento
- Comunicación
- Negociación
- Integración
Es posible promover y aplicar propuestas de trabajo colaborativo como alternativas válidas a modalidades individualistas para construir una sociedad más solidaria.
Si tenemos en cuenta este aprendizaje constructivista que realiza el niño para apropiarse de los saberes, no podemos dejar de lado la necesidad de elaborar un marco teórico de referencia sobre los procesos virtuales de enseñanza – aprendizaje, que nos serviría para prevenir algunos riesgos…
Existen dos tipos de riesgos a considerar:
1- no tener en cuenta la complejidad de las relaciones entre las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, con las prácticas educativas.
2- Centrar la discusión de la incorporación de las TIC en los procesos educativos, solamente desde el aspecto tecnológico, más que en los propiamente educativos.
El avance hacia un marco teórico multidisciplinar puede ayudar a evitar estos riesgos, ayudando a que la incorporación a las prácticas educativas de las nuevas herramientas tecnológicas y el diseño y desarrollo de procesos virtuales de enseñanza y aprendizaje apoyados en esas herramientas, estén presididos por la necesaria reflexión y la suficiente fundamentación conceptual.
EL APRENDIZAJE VIRTUAL COMO PROCESO DE CONSTRUCCIÓN
Caracterizar el aprendizaje en entornos virtuales como un proceso de construcción supone esencialmente, afirmar que lo que el alumno aprende en un entorno virtual no es simplemente una copia o una reproducción de lo que se le presenta, sino una REELABORACIÓN de un contenido mediado por la estructura cognitiva del alumno.
El aprendizaje virtual, por tanto, NO se entiende como una mera traslación o transposición de un contenido externo a la mente del alumno, sino como un proceso de reconstrucción personal, en base a sus capacidades cognitivas básicas, el conocimiento específico de dominio, las estrategias de aprendizaje, factores afectivos, motivaciones y metas, etc.
La actividad mental CONSTRUCTIVA desarrollada por el alumno, debe ser facilitada con la ayuda ofrecida por el MAESTRO. Ambos deben desarrollar una capacidad crítica frente a la realidad y frente al conocimiento, tanto el propio como el nuevo, el que ya trae cada uno y el que aportan los demás (docentes, compañeros). ¿Para qué? Para transformar en forma reflexiva y crítica la realidad que nos rodea.
Ayudar al aprendizaje virtual, no es simplemente una cuestión de presentar o plantear tareas a realizar por parte del alumno. Es esencialmente, seguir de manera continua el proceso de aprendizaje que éste desarrolla y ofrecerle los apoyos y soportes que se requieran como necesarios.
Educadores y educandos saben cosas que pueden compartir, a partir de su experiencia y su aprendizaje anterior, construyendo juntos un nuevo saber. Y para ello el espacio grupal es clave.
Así entendida, la enseñanza en entornos virtuales tiene un componente necesario de “REALIZACIÓN CONJUNTA DE TAREAS”, entre MAESTRO y ALUMNO…..
Sólo a partir de esa realización conjunta se podrá realizar una intervención sensible que facilite realmente al alumno ir más allá de su interacción solitaria con un aparato tecnológico. La importancia de la ayuda educativa está basada en la relación de tres elementos: la actividad mental constructiva del alumno que aprende, la ayuda sostenida y continuada del que enseña y el contenido que es objeto de enseñanza y aprendizaje.
La existencia de una “actividad conjunta” no exige la co-presencia ni en el espacio, ni en el tiempo de los participantes en la situación: profesor y alumnos pueden hacer y hacen determinadas cosas conjuntamente aunque lo hagan de manera remota y asincrónica. Lo que hace que la “actividad conjunta” sea efectivamente, conjunta, es el hecho de que profesor y alumnos actúan el uno para el otro y entre sí, y en relación con el resto de los participantes.(Ej: cuando profesor y alumnos conversan en un foro, o cuando el profesor estudia un material enviado por el alumno)
Por esto, hoy se habla de DISEÑO TECNO-PEDAGÓGICO, permitiendo, facilitando, promoviendo, determinadas formas de organizar la actividad conjunta por parte del maestro y del alumno.
En definitiva: la misión de las TIC y de los recursos tecnológicos virtuales no es reducir o eliminar el papel de maestros y compañeros, sino por el contrario amplificar y ponderar sus presencias.
La calidad de un entorno virtual de enseñanza-aprendizaje no está tanto en las herramientas técnicas de que se disponen, ni en los materiales que incluye, o en las actividades que se plantean, sino en que esas herramientas, materiales y actividades se combinen y se pongan en juego para promover que maestro y alumno se impliquen en actividades conjuntas.
Las TIC abren, sin duda, por sus propias características, nuevas posibilidades de innovación y mejora de los procesos de enseñanza-aprendizaje, pero la incorporación de herramientas tecnológicas a las prácticas educativas no garantiza en modo alguno que esa mejora se produzca siempre realmente.
Por ello creemos que es importante mantener y avivar la reflexión sobre los objetivos y criterios que deben guiar la incorporación de las TIC a las prácticas educativas, así como también a la importancia de la investigación empírica sobre los resultados y aportaciones de dicha incorporación para la mejora de la calidad de enseñanza.
Bibliografía:
- Kaplún, Gabriel "Aprender y enseñar en tiempos de internet". Cap. 3
- Burbules, Nicholas y Callister Tomas" Educación: Riesgos y promesas de las nuevas tecnologías de la información.
- Area Moreira "Los medios en la enseñanza: conceptualización y tipologías. Universidad de la Laguna. Web de tecnología educativa.
- La nueva web social: blogs, wikis, RSS y marcadores sociales: Observatorio Tecnológico. Ministerio de Educación. http://observatorio.cnice.mec.es